7 días
Esta fase inicial es crucial para romper con patrones alimenticios poco saludables, generar una motivación inicial y establecer un impulso positivo hacia el cambio de estilo de vida. Además, sienta las bases para las fases posteriores, donde se incorporarán gradualmente hábitos más sostenibles y se consolidarán los resultados obtenidos.
21 días
La clave de esta fase radica en consolidar los hábitos saludables a través de un proceso de aprendizaje continuo. Al promover el conocimiento y la práctica activa de decisiones saludables, se sientan las bases para una transformación duradera en el estilo de vida. La fase de adaptación y aprendizaje actúa como un puente entre la fase inicial de choque y las fases posteriores, facilitando una transición fluida hacia una vida más saludable y equilibrada.
15 días
Esta fase tiene como objetivo capitalizar los beneficios metabólicos del ayuno intermitente, como la mejora de la sensibilidad a la insulina y la activación de procesos de quema de grasas. Además, proporciona a las personas la oportunidad de experimentar y evaluar cómo se sienten con este enfoque, permitiendo decisiones informadas sobre su inclusión a largo plazo en el estilo de vida saludable.
21 días
Esta fase es esencial para garantizar que los cambios implementados no solo sean efectivos a corto plazo, sino también sostenibles a largo plazo. La introducción de una amplia variedad de recetas nutricionales asegura que la alimentación saludable sea apetitosa y diversa, evitando la fatiga alimentaria y promoviendo un enfoque positivo y disfrutable hacia la nutrición. La consolidación de hábitos en esta fase establece las bases para mantener un estilo de vida saludable de manera continua.
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